La Entrevista.
Conocí al Dr. Eduardo Nicora luego de una de sus presentaciones en Punta del Este, pero ya varios amigos me habían hablado de su trayectoria, incluso de los excelentes resultados de sus tratamientos. Los temas de sus charlas y saber que (entre otras cosas) es experto en Medicina Ortomolecular, me intrigaba mucho. Así que concerté una entrevista con él donde,- además de conocer cosas del fascinante mundo de la salud- me sorprendió con su carisma y claridad.
En una amena charla, le preguntamos al Dr Nicora. ¿Cómo fue que comenzó su camino es este tipo de medicina?
“Mi historia personal marcó mi vida profesional, porque soy y fui paciente, y eso tiene mucho que ver con la búsqueda de un camino como médico.” – respondió.
“Cuando me recibí de médico, tuve que viajar a los Estados Unidos (en 1990), por un trasplante de riñón. Tenía 23 años y estuve esperando 4 meses un riñón en Pensilvania, (aparentemente el mejor centro del mundo) donde hacían 900 trasplantes de riñón por año.”
“El médico que manejaba ese programa se llamaba Ronald Shapiro, un médico joven muy respetado, que era el cirujano, y el que manejaba todas las drogas” – agregó.
“Hoy la cirugía del trasplante del riñón no es complicada, el tema es que el riñón agarre, que salgas orinando y que las drogas (o sea tus defensas) no se ‘coman al riñón’.”
Hay una interacción muy finita entra la toxicidad de las drogas que te dan para el riñón y que el órgano se rechace. Siempre los médicos van a tender a dar un poquito más de drogas, y entonces los que sufrimos somos los pacientes. Yo tenía 23 años, era un médico con medalla de honor de la Facultad y nunca me habían “bochado”, (ni lo hicieron acá en la reválida aca en Uruguay), pero la solución era esa. Y yo agradezco a las drogas porque todos los días me tomo tres o cuatro pastillas a la mañana para no rechazar el riñón.”
Escuchaba con atención su historia personal y venían a mi mente numerosos momentos, casos, historias personales de los problemas que muchas veces tenemos como consecuencia de algunos medicamentos que dan como única solución a algunas patologías, incluso resonaban en mi cabeza las palabras de algún que otro profesional sentenciándome – con aire de superioridad – a “Tomar esa medicación de por vida”. Pero Eduardo, con paciencia agregó:
“Tarde o temprano te das cuenta de que toda droga es una “frazada corta”, porque hay toxicidad, y efectos adversos y hay que soportarlos. Yo tengo un leve temblor y una pérdida de pelo finita ahora, porque tomo mucha menos dosis. Pero la realidad es que la medicina sigue avanzando y hay mucho diagnóstico temprano de muchas enfermedades.”
“El treinta por ciento de las enfermedades son genéticas, y el setenta, epigenéticas. La epigenética es todo lo que nos rodea; el café que tomamos, el cigarrillo que fumamos o no, la dieta que llevamos. Entonces me pareció que en la medicina que yo había vivido, o que yo había estudiado nos forman muy empíricamente para dar muchas drogas. Y la realidad es que me parece muy fácil ser medico hoy, porque es un algoritmo” – afirmó con convicción.
“Viene un paciente y me dice que tiene acidez, y ok, le damos omeprazol. Si dice tiene hipertensión, va una droga. Todos prescriben drogas, y la realidad es que las drogas – me parece- que hay que usarlas bien- Y también, creo que las drogas funcionan en agudos, no funcionan en crónico” – explicó.
A medida que Eduardo nos explicaba su postura ante la medicina y su experiencia personal (como paciente y como médico), más convencida estaba de mi postura ante el consumo de medicamentos, no estaba errada. Que estos elementos “milagrosos” en muchas ocasiones desajustaban lo que estaba bien para “arreglar” otra cosa.
“Nos encontramos con pacientes de 70 años con medicinas para el resto de la vida”. – Afirma Eduardo. “ Para la diabetes, para la presión, omeprazol (por las dudas) si tiene acidez. Y sabes qué? – expresa mirándome seriamente y agrega: “Eso genera un disturbio y un desbalance en las bacterias que tenemos en el intestino grueso. Nosotros tenemos dos billones de bacterias en el colon, sumale a eso el ADN de todas esas bacterias, mas nuestro ADN y tenemos un lindo candombe ahí no? “ – acota , y continúa.
“Yo creo que con un paciente que toma siete u ocho drogas por día, (que es lo que comúnmente prescriben cuando uno va envaneciendo) no hay ningún farmacólogo que se sepa realmente que pasa con todas esas drogas adentro del cuerpo, y lo que yo digo es que los pacientes no mejoran. La farmacia hace su negocio, y posiblemente algunos médicos también, prescribiendo estas cosas, y tal vez alguno pueda ir en primera con la novia a los congresos mundiales; pero la realidad es que hay que volver a las fuentes y tratar de que el alimento sea nuestra medicina y que nuestra medicina sea su alimento – como dijo Hipócrates en el siglo 3 o 4 antes de Cristo. ¿Qué lucidez no?” – dijo sonriendo.
Concentrada al cien por cien en las palabras del Dr. Nicora, y con mucha ansiedad por conocer más sobre el tema le pregunto: ¿Qué es la medicina ortomolecular, de la que tanto se habla últimamente?
“Orto molecular significa equilibro de las moléculas. la medicina es bioquímica. Hay numerosas de cadenas enzimáticas que actúan, muchas encimas, que llegan determinados lugares para producir ciertos sustratos, normalmente. Entonces lo que tendríamos que hacer, es equilibrar las moléculas para cada droga. Las drogas actúan en pasos químicos, sobre enzimas que hacen alguna oxidación o reacción enzimática, que también las pueden hacerlo algunas plantas. Entonces creo que usar una droga que da cierta toxicidad. Así que si podemos usar una vitamina, un mineral, un cofactor.

Por ejemplo la tiroides. Existen muchos pacientes que empiezan con Tiroiditis (Enfermedad de Hashimoto) Es una afección causada por una reacción del sistema inmunitario contra la glándula tiroides. Es muy común en mujeres de 40 a 60 años. Cuando se detecta la enfermedad a esa paciente le dan T 4 de por vida. Yo reconozco que es la forma más barata de tratarlo, pero el problema es que el T4 apaga tu tiroides.
Pero hay que saber que para generar hormona T4 el metabolismo de yodo de las hormonas tiroides, requiere: cobre, vitamina B6 y manganeso. Entonces en el momento en que la enfermedad se declara, si yo le doy un complemento con estos elementos, y el paciente no toma T4, va a comenzar a mejorar su tiroides porque le estoy dando el combustible para que el mismo genere la hormona. Y es con una mezcla de oligoelementos en una pastilla, eso es micronutrición, que es equilibrar el cuerpo para que pueda producir las cosas que necesita y no estar enfermo.”
Eduardo nos dio varios ejemplos, ampliando nuestra visión sobre la salud, y la importancia de bridarle al cuerpo los elementos necesarios en complementos armados para la necesidad de cada paciente. Por supuesto que estos elementos son prescriptos luego de ver una completa analítica de cada paciente.
Antes de despedirnos de Eduardo Nicora le pedimos que nos de algunos tips para mujeres de más de 40 para conservarla salud y corregir algunas dolencias típicas de la edad.
“Hay tres problemas que las mujeres tienen como principal causa de muerte: el corazón, los huesos y el cerebro. Asi que creo que podría usarse DHEA (Dehidroepiandrosterona), que al tomar 10 mg, el cuerpo genera un poco de estrógenos. El estrógeno cumple más de 1500 funciones en la mujer, y entre ellas proteger al corazón.
La mujer post menopáusica, debería tomar DHEA y además, omega 3, que es un ácido graso antiinflamatorio, que tiene el mismo mecanismo de la aspirina: inhibe la cicloxigenasa y la cascada inflamatoria. Y todo esto puede darse en un comprimido con los elementos que cada mujer necesite.”
Hablar con Eduardo Nicora me abrió la percepción a un aspecto distinto de la medicina. Mucho más natural, y con menos complicaciones. Me pregunté por qué este tipo de tratamientos no son recomendados por muchos médicos, incluso también, combatidos. Pero luego pensé que lo importante es que esta información se divulgue, y te llegue a ti, como a mí, y brindarte la opción de elegir como sanar tu cuerpo.